Gestionando las Emisiones FLAG en la Acuicultura

Las emisiones procedentes de Bosques, Uso de la Tierra y Agricultura (FLAG, por sus siglas en inglés) serán clave a medida que la industria acuícola avance hacia una producción con menor huella de carbono. Estas emisiones,

que ahora son monitoreadas bajo la iniciativa Science Based Targets (SBTi), no provienen del consumo energético, sino de actividades agrícolas y de uso de la tierra.

Comprender las emisiones FLAG es fundamental para lograr reducciones significativas en la producción de alimentos para acuicultura. Sin embargo, su mitigación requiere soluciones específicas de uso de la tierra, como la agricultura regenerativa o cadenas de suministro libres de deforestación.

Las emisiones FLAG se refieren a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas al uso de la tierra y la agricultura, incluyendo la deforestación, la gestión del suelo y la producción de ingredientes para alimento.

A diferencia de las emisiones derivadas de combustibles fósiles (como el consumo energético en la producción o el transporte), las emisiones FLAG provienen de procesos biológicos, como el metano emitido por los arrozales, el óxido nitroso de los fertilizantes y los cambios de uso de la tierra por el cultivo de soya.

El SBTi distingue entre emisiones FLAG y no-FLAG, ya que cada una requiere estrategias de mitigación diferentes. Las emisiones no-FLAG (como las asociadas al procesamiento, refrigeración y transporte) pueden reducirse mediante la eficiencia energética, la electrificación o el uso de energías renovables.

En la acuicultura, la mayor parte de las emisiones FLAG proviene del alimento para peces y camarones, ya que muchas dietas dependen de cultivos como la soya, el trigo y el maíz, considerados materias primas relevantes

para FLAG. Su huella de carbono se incrementa considerablemente si provienen de tierras deforestadas o de fincas mal gestionadas.

El monitoreo de las emisiones FLAG permite a las empresas establecer metas específicas de reducción basadas en la ciencia, brindando a los productores de alimentos del mar una visión más clara de sus principales desafíos de impacto y facilitando acciones concretas.

La industria acuícola se enfrenta a una creciente presión por parte de minoristas, reguladores e inversores para respaldar sus compromisos de sostenibilidad con datos sólidos.

Las empresas que implementen estrategias robustas para gestionar las emisiones FLAG podrán ganar ventaja competitiva en un mercado que se orienta hacia productos del mar con menor huella de carbono. El seguimiento específico de estas emisiones mejora la precisión de la contabilidad de carbono y respalda una toma de decisiones más informada en materia de sostenibilidad.

Abordar las emisiones FLAG será cada vez más relevante conforme la industria acelere su transición hacia una reducción efectiva de las emisiones de gases de efecto invernadero