Alcances 1, 2 y 3: Lograr el 'cero neto'
Desde la Revolución Industrial, el ser humano ha sido responsable de más de 2.000 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono. Los gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono, atrapan el calor y, con el aumento de las concentraciones atmosféricas, provocan el calentamiento global que experimentamos hoy. La única manera de evitar estas consecuencias es simple: reducir las emisiones de GEI en el mundo.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, de aquí a 2030 se deberán disminuir las emisiones a la mitad y, sobre todo, llegar a 'cero neto' en 2050 para evitar los peores impactos climáticos. Esto significa un calentamiento igual o inferior a 1,5 °C respecto de los niveles preindustriales. Pero, ¿qué significa 'cero neto' y cómo podemos alcanzarlo?
Dado que el objetivo mundial es un calentamiento de 1,5.°C, muchas empresas, instituciones y gobiernos están desarrollando ambiciosos planes para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050 (ONU, 2020). A primera vista, el concepto de cero emisiones netas es sencillo: todos los GEI generados por el hombre que se emiten a la atmósfera se equilibran eliminando los GEI de la misma. Esto se debería lograr, en primer lugar, reduciendo el consumo de combustibles fósiles, lo más cercano posible, a cero, y eliminando las emisiones restantes de la atmósfera mediante, por ejemplo, la captura y el almacenamiento de carbono o la restauración de los bosques.
A pesar de su simplicidad conceptual, la investigación ha demostrado que las diferentes definiciones y vías para llegar a cero emisiones netas pueden conducir a resultados muy diferentes. Por ejemplo, el plazo para alcanzar cero emisiones netas varía si la estrategia se refiere sólo al dióxido de carbono o incluye todos los GEI. Los GEI que no son dióxido de carbono, como el óxido nitroso y el metano, son más difíciles de reducir; sin embargo, son sustancialmente más poderosos para el calentamiento a corto plazo. Si no se controlan, podrían llevar a la humanidad a superar el umbral de 1,5 °C antes de 2050.
Por ello, es importante que las empresas, los gobiernos y otros organismos establezcan objetivos de reducción de emisiones netas a cero utilizando una metodología respaldada por la ciencia que conduzca a reducciones sustanciales y significativas.
Reducción de las emisiones de GEI de alcance 1, 2 y 3
Para elaborar una estrategia que logre llegar a cero neto, un primer y crucial paso es rastrear, cuantificar y validar todas las emisiones de GEI según una norma sólida, como el Protocolo de GEI. Para este proceso de cuantificación, las emisiones de GEI se agrupan en tres categorías: alcances 1, 2 y 3 (ver figura). Desde el punto de vista de la empresa, las emisiones de alcance 1 comprenden todas las emisiones directas procedentes de fuentes propias o controladas, como el consumo de combustible y los vehículos de la empresa. Las emisiones de alcance 2 abarcan todas las emisiones indirectas de GEI relacionadas con la generación de electricidad, calor y vapor adquirido. Mientras, las emisiones de alcance 3 comprenden todas las demás emisiones indirectas que se producen en la cadena de suministro de una empresa, por ejemplo, la producción de materias primas y los viajes de negocios.
Debido a sus diferentes fuentes, abordar las emisiones de alcance 1, 2 y 3 de una empresa requiere una amplia variedad de enfoques, que se validan utilizando marcos como la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi). La reducción de las emisiones de alcance 1 se puede lograr eliminando y reduciendo el uso de combustibles fósiles mediante, por ejemplo, la electrificación de las operaciones. Las emisiones de alcance 2 se reducen mejor si se adquiere la electricidad, el calor y el vapor de fuentes de energía renovables, como las eólica, hidroeléctrica o nuclear.
Las emisiones de alcance 3, aunque suelen constituir la gran mayoría de las emisiones de una empresa, son más difíciles de controlar debido a que se producen en lo más profundo de las cadenas de suministro mundiales. Por lo tanto, las estrategias de alcance 3 se deben dirigir a los actores de la cadena de suministro, como los proveedores y los clientes, para ayudarles a lograr reducciones de carbono en sus operaciones. En la industria de alimentos para la acuicultura, esto significa trabajar con los proveedores para detener la deforestación, restaurar las tierras degradadas y reducir las emisiones de carbono, a la vez que se colabora con los clientes y el comercio minorista para mejorar la eficiencia de la producción de alimentos y reducir su pérdida.
Una vez que se hayan reducido las emisiones al máximo, el resto de las emisiones de GEI se eliminan de la atmósfera mediante enfoques basados en la tierra (por ejemplo, la reforestación, la mejora del carbono del suelo y el biocarbón) y/o tecnológicos (por ejemplo, la captura directa del aire, la mejora de la alcalinidad del océano y la conversión del dióxido de carbono en carbono duradero).