El camino no estuvo exento de desafíos. La COVID-19 retrasó la recolección de datos clave, dificultando la verificación en terreno.
Se utilizó tecnología satelital de verificación geoespacial para proporcionar una confirmación independiente de los cambios en el uso de la tierra (LUC, por sus siglas en inglés Land Use Change) durante los últimos 20 años. Esto nos ha permitido contar con documentación más precisa sobre el LUC y obtener un cálculo más exacto de la huella de carbono.
BioMar ha integrado estos nuevos datos verificados sobre la huella de carbono en nuestra herramienta BioSustain LCA.
Los resultados de este estudio han sido notables. La reducción de la huella de carbono en los tres principales productos de soya ha sido significativa.
El impacto de estas menores emisiones se extenderá a todas las especies acuícolas, aunque será especialmente relevante para la salmonicultura, donde el SPC juega un papel central en la formulación de alimento.
La reducción de la huella de carbono de la soya certificada ProTerra se traduce en una disminución significativa de las emisiones por cada kilogramo de salmón cultivado.
Además, esta iniciativa promueve una mayor transparencia en el abastecimiento de ingredientes, ayudando a los acuicultores a responder a la creciente demanda de reguladores, minoristas y consumidores por opciones más responsables.
Este logro es un avance para toda la industria acuícola. El compromiso de los productores brasileños de soya y de los proveedores certificados por ProTerra ha demostrado que es posible combinar una soya de alta calidad con un menor impacto ambiental.
La colaboración entre BioMar y ProTerra reafirma el compromiso compartido de construir una cadena de suministro de alimento que respalde una acuicultura de alto rendimiento y un planeta más saludable.